Los alimentos
Objetivo
Identificar los alimentos para tener una vida saludable.
Los alimentos son sustancias necesarias para el mantenimiento de los fenómenos que ocurren en el organismo sano y para la reparación de las pérdidas que constantemente se producen en él. No existe ningún alimento completo, en nuestra dieta debemos incluir una diversidad de alimentos que hagan que ésta sea lo suficientemente rica como para poder mantener funcionando de manera correcta nuestro organismo.
Los nutrientes
son aquellos componentes de los alimentos que tienen una función energética,
estructural o reguladora. En ellos encontramos distintos grupos:
Hidratos
de carbono (energéticos y estructurales).
Lípidos
(energéticos y estructurales).
Proteínas (estructurales).
Vitaminas y minerales (reguladora).
Agua.
Funciones
de los nutrientes
Proteínas
La
función primordial de la proteína es producir tejido corporal y sintetizar
enzimas, algunas hormonas como la insulina, que regulan la comunicación entre
órganos y células, y otras sustancias complejas, que rigen los procesos
corporales.
Los
minerales inorgánicos son necesarios para la reconstrucción estructural de los
tejidos corporales además de que participan en procesos tales como la acción de
los sistemas enzimáticos, contracción muscular, reacciones nerviosas y
coagulación de la sangre.
El calcio
es necesario para desarrollar los huesos y conservar su rigidez. También participa
en la formación del esqueleto y las membranas celulares, así como en la
regulación de la excitabilidad nerviosa y en la contracción muscular. Un 90%
del calcio se almacena en los huesos, donde puede ser reabsorbido por la sangre
y los tejidos. La leche y sus derivados son la principal fuente de calcio.
El
fósforo, también presente en muchos alimentos y sobre todo en la leche, se
combina con el calcio en los huesos y los dientes. Desempeña un papel
importante en el metabolismo de energía en las células, afectando a los
hidratos de carbono, lípidos y proteínas.
El magnesio, presente en la mayoría de los
alimentos, es esencial para el metabolismo humano y muy importante para
mantener el potencial eléctrico
Las
vitaminas liposolubles suelen absorberse con alimentos que contienen esta
sustancia. Su descomposición la lleva a cabo la bilis del hígado, y después las
moléculas emulsionadas pasan por los vasos linfáticos y las venas para ser
distribuidas en las arterias. El exceso de estas vitaminas se almacena en la
grasa corporal, el hígado y los riñones. Debido a que se pueden almacenar, no
es necesario consumir estas vitaminas a diario.
La
vitamina A es esencial para las células epiteliales y para un crecimiento
normal.
La vitamina
D actúa casi como una hormona, ya que regula la absorción de calcio y
fósforo y el metabolismo
La vitamina
E es un nutriente esencial para muchos vertebrados, pero aún no se ha
determinado su papel en el cuerpo humano. Se ha hecho muy popular como remedio
para muchas y diversas dolencias, pero no existen pruebas claras de que alivie
ninguna enfermedad concreta.
La vitamina
E se encuentra en los aceites de semillas y en el germen de trigo. Se cree
que funciona como antioxidante, protegiendo las células del deterioro causado
por los radicales libres.
La vitamina
K es necesaria para la coagulación de la sangre. Participa en la formación
de la enzima protrombina, la que, a su vez, es indispensable en la producción
de fibrina para la coagulación sanguínea. La vitamina K se produce en
cantidades suficientes en el intestino gracias a una bacteria, pero también la
proporcionan los vegetales de hoja verde, como las espinacas y la col, la yema
de huevo y muchos otros alimentos.
Las
vitaminas hidrosolubles (vitamina C y complejo vitamínico B) no se pueden
almacenar, por lo que es necesario su consumo diario para suplir las
necesidades del cuerpo. La vitamina C, o ácido ascórbico, desempeña un papel
importante en la síntesis y conservación del tejido conectivo. Evita el
escorbuto, que ataca las encías, piel y membranas mucosas, y su principal
aporte viene de los cítricos.
Las vitaminas más importantes del complejo vitamínico B son la tiamina (B 1), riboflavina (B 2), nicotina mida (B 3), piridoxina (B6), ácido pantoténico, lecitina, colina, inositol, ácido para-aminobenzoico (PABA), ácido fólico y cianocobalamina (B12). Estas vitaminas participan en una amplia gama de importantes funciones metabólicas y previenen afecciones tales como el beriberi y la pelagra. Se encuentran principalmente en la levadura y el hígado.
Hidratos
de carbono
Los hidratos de carbono aportan gran cantidad de energía en la mayoría de las dietas humanas. Los alimentos ricos en hidratos de carbono suelen ser los más baratos y abundantes en comparación con los alimentos de alto contenido en proteínas o grasa. Los hidratos de carbono se queman durante el metabolismo para producir energía, liberando dióxido de carbono y agua. Los seres humanos también obtienen energía, aunque de manera más compleja, de las grasas y proteínas de la dieta, así como del alcohol.
Hay dos
tipos de hidratos de carbono: féculas, que se encuentran principalmente en los
cereales, legumbres y tubérculos, y azúcares, que están presentes en los
vegetales y frutas.
Los
hidratos de carbono son utilizados por las células en forma de glucosa,
principal combustible del cuerpo. Tras su absorción desde el intestino delgado,
la glucosa se procesa en el hígado, que almacena una parte como glucógeno,
(polisacárido de reserva y equivalente al almidón de las células vegetales), y
el resto pasa a la corriente sanguínea.
La
glucosa, junto con los ácidos grasos, forma los triglicéridos, compuestos
grasos que se descomponen con facilidad en cetonas combustibles. La glucosa y
los triglicéridos son transportados por la corriente sanguínea hasta los
músculos y órganos para su oxidación, y las cantidades sobrantes se almacenan
como grasa en el tejido adiposo y otros tejidos para ser recuperadas y quemadas
en situaciones de bajo consumo de hidratos de carbono.
Los
hidratos de carbono en los que se encuentran la mayor parte de los nutrientes
son los llamados hidratos de carbono complejos, tales como cereales sin
refinar, tubérculos, frutas y verduras, que también aportan proteínas,
vitaminas, minerales y grasas. Una fuente menos beneficiosa son los alimentos
hechos con azúcar refinado, tales como productos de confitería y las bebidas no
alcohólicas, que tienen un alto contenido en calorías pero muy bajo en
nutrientes y aportan grandes cantidades de lo que los especialistas en
nutrición llaman calorías vacías.
Grasas o
lípidos
Aunque
más escasas que los hidratos de carbono, las grasas producen más del doble de
energía. Por ser un combustible compacto, las grasas se almacenan muy bien para
ser utilizadas después en caso de que se reduzca el aporte de hidratos de carbono.
Resulta evidente que los animales necesitan
almacenar grasa .
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